El hipotiroidismo es una alteración de la tiroides, una glándula situada en el cuello que presenta forma de mariposa. En el hipotiroidismo se produce una disminución en la producción de hormonas tiroideas: T4 o tiroxina y T3 o triyodotironina. Además de la medicación, la alimentación en el hipotiroidismo es un pilar que debemos cuidar.
CAUSAS
La causa más frecuente hoy en día de hipotiroidismo es el ataque del sistema inmunitario a la glándula tiroidea, por un “error” del primero. Es lo que se conoce como hipotiroidismo de Hashimoto o autoinmune.
Hace años era muy frecuente el hipotiroidismo por déficit de yodo que podía cursar con el clásico bocio. El yodo es un micronutriente imprescindible para el correcto funcionamiento de la tiroides y la producción de hormonas tiroideas. El problema del déficit de yodo en zonas del interior de España (donde no tenían tanto acceso al pescado) se erradicó con la yodación de la sal.
Otras causas de hipotiroidismo, aunque menos frecuentes son: extirpación de la glándula tiroidea, nódulos, radioterapia, algunos fármacos…
SÍNTOMAS
Los síntomas del hipotiroidismo son muy diversos y no todas las personas los sufren todos ni en el mismo grado. Los más frecuentes:
- Cansancio
- Intolerancia al frío
- Estreñimiento
- Alteraciones en el estado anímico, incluso depresión
- Ritmo cardíaco lento
- Alteraciones en el ciclo menstrual
- Debilidad muscular
- Aumento de peso y dificultad para bajar (por reducción del metabolismo y/o presencia de edemas)
Es frecuente que se presenten dislipemias como elevación del colesterol LDL o triglicéridos.
En los casos más graves se produce un edema característico del hipotiroidismo conocido como mixedema.
DIAGNÓSTICO
El hipotiroidismo se puede diagnosticar mediante una analítica sanguínea. Se observan valores disminuidos de las hormonas T3 y T4 con concentraciones elevadas de tirotropina (TSH). También se puede encontrar valores altos de TSH con hormonas tiroideas T3 y T4 dentro de la normalidad, es lo que se conoce como hipotiroidismo subclínico.
Debido a que el hipotiroidismo autoinmune es el más frecuente, deberíamos revisar la presencia de anticuerpos antitiroideos, tanto a la hora del diagnóstico como a lo largo del tratamiento. La mayoría de las personas con hipotiroidismo de Hashimoto tienen niveles altos de anticuerpos antitiroglobulina (Tg) y anticuerpos antiperoxidasa tiroidea (TPO).
TRATAMIENTO
En el hipotiroidismo autoinmune existe un daño en la glándula tiroidea causado por el sistema inmunológico. La glándula no es capaz de producir hormonas tiroideas. Por esto mismo, es necesario administrar levotiroxina (hormona tiroidea) de forma externa. El daño en la tiroides generalmente no es completo y se siguen produciendo hormonas tiroideas (aunque a bajos niveles), por eso es necesario ajustar la dosis de levotiroxina a lo largo de los años.
ALIMENTACIÓN
La alimentación en el hipotiroidismo autoinmune debe abordarse desde dos puntos de vista:
- Asegurar la ingesta de nutrientes que son necesarios para la producción de hormonas tiroideas y evitar compuestos presentes en los alimentos que pueden interferir en esa producción
- Ayudar a que el sistema inmunitario funcione correctamente y evitar la inflamación que se observa en enfermedades autoinmunes.
NUTRIENTES Y TIROIDES
La producción de hormonas tiroideas requiere de nutrientes que debemos ingerir en cantidades adecuadas. Los más relevantes cuando existen hipotiroidismo son:
- Yodo
- Selenio
- Hierro
- Manganeso
- Zinc
Por otro lado, existen alimentos conocidos como bociógenos que interfieren en la absorción y acción del yodo. Los más conocidos son:
- Crucíferas: col, lombarda, berza, coles de Bruselas, coliflor, repollo, brócoli.
- Otros como el nabo, rábano, cacahuete…
Estos alimentos contienen sustancias que debemos inactivar antes de consumir para evitar que interfieran en la producción de hormonas tiroideas. Su inactivado se consigue al cocinar, tostar o fermentar los alimentos anteriores y eliminar el agua de cocción. De esta forma podemos consumirlos con tranquilidad. Debemos evitar, por tanto, el consumo de caldos, sopas o ensaladas que contengan los alimentos anteriores.
NUTRICIÓN Y AUTOINMUNIDAD
En la mayoría de enfermedades autoinmunes se desconoce el origen de la activación del sistema inmunológico contra células u órganos de nuestro cuerpo. Se barajan factores ambientales, infecciones por virus, cambios hormonales en las mujeres… Lo que sí se sabe es que el sistema inmunológico está alterado y necesitamos reducir la inflamación característica en las enfermedades autoinmunes.
Lo primero es llevar una alimentación saludable y evitar alimentos proinflamatorios como los ultraprocesados, azúcar, alcohol. Debemos también tener presente el aporte de nutrientes esenciales para el sistema inmunológico. Uno de ellos es la vitamina D. Esta vitamina la obtenemos mayoritariamente de la exposición solar. Mediante una analítica podemos comprobar sus niveles y suplementar si fuese necesario.
El intestino es una parte importantísima del sistema inmunológico. Se han visto alteraciones en la microbiota (disbiosis) y/o permeabilidad intestinal en pacientes con hipotiroidismo autoinmune. Pero además, muchos pacientes con hipotioroidismo de Hashimoto tienen sensibilidad al gluten o enfermedad celíaca sin diagnosticar.
Cada caso es diferente y debemos abordarlo desde la sintomatología, cantidad de anticuerpos antitiroideos, sospecha de otras alteraciones como permeabilidad intestinal, enfermedad celíaca… y mimando mucho al sistema inmunológico.