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Nutrición en los 1000 primeros días de vida

Los 1000 primeros días de vida pueden considerarse la etapa más importante de la vida en cuanto a la relación nutrición-salud. Es lo que se conoce como “ventana de oportunidad” o “programación metabólica precoz”. La alimentación y otros eventos producidos en este período van a influir en el desarrollo de futuras enfermedades que pueden aparecer a lo largo de toda la vida.

El período de los 1000 primeros días abarca desde la fecundación hasta los 2 años de vida. Por lo tanto, incluye el embarazo, la lactancia, la alimentación complementaria y la alimentación desde los 12 meses hasta los 2 años de vida. Se trata de cambios muy importantes que tienen una vital importancia en la salud del niñ@.

Los factores que más influyen en esta programación metabólica es la nutrición de la madre en el embarazo y en el momento previo a la concepción, la nutrición del bebé desde el nacimiento, el desarrollo de la microbiota intestinal y factores ambientales menos conocidos como infecciones. Se sabe que la nutrición tiene un gran importancia durante los primeros 100 días de vida en la prevención de enfermedades no transmisibles como la obesidad, diabetes o hipertensión.

Embarazo

Como mencioné anteriormente, el inicio de la etapa de los 1000 primeros días de vida o de programación metabólica comienza en el momento de la concepción. Además de una alimentación saludable y adecuada para cada embarazada, hay algunos nutrientes que son especialmente importantes como la vitamina B9 (ácido fólico), yodo, vitamina b12, hierro o vitamina D. Pueden existir deficiencias de estos nutrientes, lo que necesitaría de un suplemento y adecuar la alimentación. En el caso del ácido fólico, las recomendaciones en el embarazo aumentan. Sobre todo al inicio del embarazo es importante aportar al menos 400 microgramos diarios, lo que puede ser difícil de conseguir, incluso con una dieta equilibrada. Por esto mismo, se recomienda suplementar. También es recomendable vigilar estos nutrientes si se está buscando un embarazo, puesto que desde la concepción hasta que se confirme el embarazo pueden pasar semanas. Leer peso e infertilidad.

Además de la nutrición, en el embarazo también debemos tener una alimentación segura. Algunas sustancias pueden perjudicar el correcto desarrollo del feto como el alcohol o la cafeína a altas dosis. En cuanto al alcohol, no existen ningún consumo seguro, por lo que no se debe consumir ningún tipo de bebida alcohólica. Con respecto a la cafeína, la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que un consumo alto de cafeína (más de 300 mg/día) aumenta el riesgo de pérdida del embarazo y de bajo peso al nacer. Por consenso se recomienda no superar los 200 mg de cafeína diarios. No solo encontramos cafeína en el café, también en té, bebidas energéticas, mate, chocolate y refrescos de cola.

Alimentación en el primer año de vida

Durante los 6 primeros meses el único alimento que debe consumir el bebé es leche materna o leche adaptada (en caso de no poder ofrecer el pecho). La leche materna está concebida para aportar todas las necesidades que va a tener el recién nacido en los próximos meses. No solo nutricionalmente hablando, sino que también aporta elementos que favorecen un correcto desarrollo y maduración. En la leche materna se encuentran componentes inmunológicos como oligosacáridos y microbiota beneficiosa. Estos componentes regulan la colonización intestinal neonatal, favoreciendo el desarrollo del tracto gastrointestinal y del sistema inmunológico.

Tanto la OMS como la Asociación Española de Pediatría (AEP) recomiendan lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses. A partir de los 6 meses se podría comenzar con la alimentación complementaria. Hasta el año la lactancia debe ser el primer alimento. Por lo tanto, en la alimentación complementaria la comida se debe ofrecer después de la lactancia, priorizando esta.

Las mismas autoridades establecen que no hay razón para retrasar la introducción de los alimentos más alergénicos. Por lo tanto, los calendarios de introducción de alimentos están totalmente obsoletos. La única recomendación es esperar 2-3 días para incorporar nuevos alimentos con el fin de detectar fácilmente la alergia en caso de que se produzca.

El método de alimentación complementaria más respetuoso con el bebé es el Baby Lead Weaning (BLW). El BLW no es una moda, sino que presenta grandes beneficios para el bebé. A diferencia de la AC tradicional con triturados, en el BLW no somos nosotros los que le damos la comida con una cuchara. Es el bebé el que elige cuando y cuanto comer, en función de su sensación de hambre o apetencia. En el BLW la comida se ofrece, no se obliga a comer. La comida debe estar bien cocinada y blandita para que puedan triturarla con sus encías.

El único punto deficitario que puede tener el BLW es el aporte de hierro. Hasta los 5-6 meses los depósitos de hierro están cubiertos gracias al hierro que le ha pasado su madre mediante el cordón umbilical. La leche materna tiene un aporte muy bajo de hierro. Por lo tanto, a los 6 meses se necesita incorporar alimentos ricos en hierro. Si el BLW no se hace correctamente, puede darse una deficiencia de hierro.

Actualmente, ha salido un método derivado del BLW que es el método BLISS. El método BLISS se ha creado para paliar los 2 puntos críticos del BLW: evitar deficiencia de hierro o deficiencia energética. Es decir, el método BLISS es lo mismo que el método BLW pero bien hecho. Bajo mi punto de vista, es rizar el rizo. Los nutricionistas ya hacíamos el BLW centrándonos en sus puntos críticos para evitar deficiencia de hierro y/o energía.

Alimentación de los 12 a los 24 meses

A partir del año, el niño debe seguir una alimentación saludable y similar a la del resto de familia. Evitar todo tipo de azúcar libre y ultraprocesados. La lactancia materna se puede mantener, si se quiere y se puede, hasta al menos los 2 años (recomendado por la OMS). Es muy importante que el niño adquiera buenos hábitos alimentarios durante este año, puesto que será reflejo de su futura alimentación. La mejor forma de aprendizaje es el ejemplo: compartir mesa y misma comida que el resto de familia.

En resumen, una nutrición adecuada no solo influye en la salud actual. Los efectos de la alimentación se ven a largo plazo y, en el caso de los 1000 primeros días de vida, se programa su futura salud.